Queriendo...

Hoy quiero arrancarte tantos suspiros que sientas que el aliento se te escapa y después devolvertelos con una bocanada de besos, quiero incrustarme en tu memoria de por vida y robarte toda la soledad, quedarme en tus brazos, que la lluvia golpeando en la ventana nos cante sinfonías y dormirme sabiéndome más tuya que mía, escribir mis sueños en tus manos, impregnarme de tus caminos, delinear el contorno de mis pasiones sobre tu espalda y despertarme con el sabor de tus labios en los míos. Quiero ser el susurro del viento que sin titubear invade tu cuarto, una intrusa en tu piel y una exploradora de tu ser.

Sin despedirte

Por tus ojos que nunca miraré y tus labios que nunca besaré, por tus manos que no me darán abrigo y tu voz que no me arrullará, por ti deshojo la noche en lágrimas, arranco estrellas buscando la luz que me lleve a ti, deambulo en soledad recogiendo esperanzas para no derrumbarme. Te llevaste en tan solo un segundo algo más que un sueño, te llevaste mil suspiros y unos cientos de versos, millones de caricias y toneladas de besos, se cerró tras de ti la puerta, donde se quedó atrapado el sol que guardaba para iluminar nuestras mañanas, ahora se ahogará bajo el polvo y el olvido. Fugaz, más que una estrella, pero tan preciso, tan diáfano, que me perdí en tu claridad. Daría mi tiempo entero, mi alma integra, mis días, mis horas, por un minuto de tu ser... Hasta pronto...