En vista de que empezamos un nuevo año, pues me parece que es motivo suficiente para generar un cambio en varios aspectos de mi vida, sin olvidar lo esencial, por supuesto, cuando descubra qué es. Es por eso que he decidido dar un vuelco total a mi blog, a lo que comparto en él, a lo que espero de él y a la manera en que me relaciones con ustedes ( si es que alguien me lee) a través de él. Quiero aclarar que esto no quiere decir que vaya a dejar de publicar lo que normalmente publico, simplemente quiero ampliar mi rango temático y descubrir nuevas formas de expresarme.
Para dar inicio a esa idea varios amigos se ofrecieron, muy amablemente, a contribuir para escribir todos juntos una historia. Al final la historia quedó bastante curiosa, pero bueno se supone que la idea es probar cosas nuevas.. jajaja... Aquí los dejo con la historia. Cada color correponde a una parte escrita por una persona diferente: Morado: Paula(@la_paw ), Rojo: Miguel Angel (@MIGUELANGEL01), Verde: Alejandro (@mralejo1) y por último pero no menos importante, yo azul: Nathaly (@natisopq)
CANDY Y EL CARTERO
Era una tarde de octubre cuando desde la ventana de mi cuarto vi a lo lejos una figura aproximarse. Parecía como si trajera consigo un viento helado que acarició mi rostro, tenia un perfume claro y seductor que me impregnó hasta el alma.
Aquella tarde sentí un frío inexplicable, mi ser se llenó de miedo al no saber explicación alguna...Hasta que decidí cerrar la ventana y dirigirme hacia la puerta, y al momento de hacerlo quedé sin palabras, descubrí que aquel frío tenía un porqué y un quién. Era el cartero, traía consigo las facturas del mes, es por eso que digo que parecia que trajera consigo un viento helado - con ese poco de deudas quién no se pone frío-.
Pero este cartero tenía algo especial, no era solo una persona más que pasaria por mi puerta, eso lo supe aun en la distancia de la calle y lo confirmé al estar frente a el. En su mirada percibí un brillo que me atrapó de inmediato, como una cierta calidez que llenaba mi corazón de paz. Lo hice pasar valiéndome de mil excusas, ya que él sólo pretendía entregarme el correo parados en la puerta, una vez adentro, aquel brillo de su mirada lentamente se convirtió en susurro que venía a mis oidos acompañado de aquel viento helado...
El solo roce de sus manos al entregarme la correspondencia hizo que temblara y me invadieran demasiadas sensaciones a la vez, nos mirabamos fijamente y estabamos concentrados solamente el uno en el otro, con ganas de muchas cosas pero a la vez estabamos paralizados y no reaccionabamos porque... la sensación que nos invadía era abrumadora, pareciese que el tiempo se hubiese detenido en ese instante. El caminó hacia mi, manteniendo su mirada fija en mis ojos y sentí que el corazón iba a salir corriendo de mi pecho. Tomó mi rostro entre sus manos y...con fuerza lo sacudió, en su afán por despertarme tomo un sobre que traía en su bolso y con él me abofeteo tres veces, después de eso mis ojos volvieron a ver la luz. Nos sentamos un momento frente a frente, él quería estar seguro de que no me volvería a dormir.
Estaba preocupado por mi, pareciera que nos conocieramos de toda la vida. Me sentia a gusto con él, sentía que podia hacer o decir cualquier cosa sin ser juzgada. Mientras estabamos sentados ahí conversamos sobre nuestro día, hasta que finalmente terminamos hablando sobre nuestras vidas, sobre nuestro pasado, hecho que a algunos atormenta pero a nosotros nos resulto fácil. La conexión y la empatía comenzaron a hacerse evidentes cuando el comenzó a deslizar sus manos sobre mi rostro, mis brazos, mi cuello, mi oreja...
Cuando estaba pasando sus mano por mi cuello, inmediatamente pensé en el collar que heredé de mi abuela, es muy valioso y no quería perderlo por un momento de excitación, yo mientras tanto, deslizaba mis manos por su espalda y lentamente las comencé a bajar esperando encontrar su billetera (Si me iba a dejar manosear tampoco iba a ser gratis. Me acariciaba con tal sutileza y ternura que sentía como si fuese una tranquila corriente marina la que recorriese mi cuerpo. Su manos no las sentía extrañas, eran como un complemente de mi, encajaban perfectamente en cada espacio de mi cuerpo. Sentí como si toda mi vida hubiese sido planeada para ese momento. Por fin estaba viviendo algo diferente a todo lo que ya había vivido, la felicidad invadía mi alma, quería abrazarlo y besarlo, pero quería que el diera ese primer paso, y efectivamente lo hizo, lo malo es que cuando se decidió a darlo, estabamos parados en el balcón acariciándonos y terminó de cabeza en el bote de la basura, buy bal. Pero de las crisis vienen las oportunidades decía mi abuela(la del collar) y aproveche el accidente para ayudarle a limpiar su ropa y para eso él tenía que quitársela...
Mientras se desvestía miles de cosas pasaron por mi mente. Mi cuerpo parecia querer transportarse a su lado, era un magnetismo impresionante que no se comparaba con ningún deseo que hubiese vivido. Cuando estaba semidesnudo decidi alejarme un poco para no caer en el juego de mis instintos, que parecian dominarme. Fui hasta donde estaba la lavadora y puse la ropa ahí.En ese instante el se acercó, me sorprendió y me abrazó por detrás, sus brazos me generaban un calor en todo mi cuerpo que hacía erizar toda mi piel, pero ýo aún no quería ceder a sus juegos y quería resistirme a tal tentación, pues pensaba que si caía, podía suceder lo que al final yo quería que sucediera. Me invadía el deseo, y las ganas de estar con él me carcomían por dentro, pero sólo rondaba por mi mente la idea que era la primera vez que nos veíamos y teníamos tal acercamiento, por lo tanto no estaba bien que sucediera algo en ese preciso momento.Pero no importaba, que tal que uno se muera mañana y se quede con las ganas como decía mi abuelo (el esposo de la del collar). Para no hacer tan evidente mi calentura me tire también por el balcón para ensuciarme la ropa.
Entre a la casa de nuevo y el tenia un gesto de extrañeza pero a la vez le causaba risa mi actitud. Ver su sonrisa sincera disipó cuaquier duda en mi. Supe en ese instante que todo el universo habia conspirado para que ese día a esa hora nos encontraramos y empezaramos a construir un camino juntos. El me miraba de una forma extraña, tal vez era por que los dos estabamos sucios, creí que sería una buena idea tomar un baño juntos (aprovechando la oportunidad)... empezamos a quitarnos lo que nos quedaba de ropa hasta terminar en ropa interior... agarrados de la mano entramos al baño, y abrí la ducha, nos empezamos a acariciar con las manos untadas de jabón coco varela de una muestra gratis que él tenía que entregar, buscamos entre toda la correspondencía a ver si había también una muestra de condones pero no, y como sin preservativos ni pio... Entonces tuvimos que acariciarnos únicamente, sin dejar que nuestro ferviente deseo se consumara por completo... Eramos como dos niños curiosos explorandose el uno al otro con pasión irrevocable.
Así estuvimos todo el tiempo miestras a él se le secaba la ropa, luego decidimos que lo mejor parar esa locura porque yo no quería terminar con la barriga llena de huesos como decía mi tía(la hija de la del collar). Esta historia se seguiría repetiendo mes a mes pero sin pasar de las caricias ya que el hombre resulto ser un tacaño de aquí a Pekin, lugar donde fueron exparcidas las cenizas de mi abuela(No la del collar, sino la otra) dejandome esto con un vacío en mi alma y en mi corazón. FIN.
Ojalá les haya gustado.Gracias a mi colaboradores jeje. Proximamente, si la inspiración me lo permite, estaré escribiendo algo más parecido a lo habitual. Se les quiere y por favor, acomidanse y comente alguito :D
