él la desnuda en melodías,
sus cuerdas vibran ante sus caricias, tan precisas,
la yema de sus dedos se deslizan como un roce del viento,
ella canta lo que se le filtra a él del alma,
es un encuentro tan íntimo, tan dulce y hermoso,
los corazones danzan, se encuentran y resuenan en la caja.
Los que los admiran no se imaginan su historia juntos,
pues ni los idilios mejor pintados dejan comprender
las verdades del amor entre un hombre y su guitarra.
Precioso!! amo a la guitarra. Su sonido, su calidez y sencillez. Una buena amiga y mejor amante. Precioso!!
ResponderEliminarMujer me encanta este escrito tuyo. Es una forma realmente poética de describir el sentimiento que produce en un músico un encuentro con su instrumento. A decir verdad, siempre he sentido algo de envidia de lo que pueda significar entregarse a la música de esa manera, pero así como tú lo describes, así me lo llego a imaginar :).
ResponderEliminarUna abrazo.