sábado, 25 de septiembre de 2010

Falso amor...



Endemoniadamente locuaz, aturdidor de pensamientos útiles,

su voz es la máscara espesa de la perdición,

rasguñan en mis entrañas las violentas abominaciones que se despiertan con su devenir,

la putrefacta intención que le compone se oculta en una divina tes aterciopelada,

un olor a jazmines frescos lo envuelven,

pero no identifican su verdad,

solo es una construcción maléfica del mundo.

Tibio, su aliento abrazador arropa la noche,

sin compasión alguna se aproxima con la seducción en la punta de los poros.

Nadie me creerá lo que se ve en las sombras de sus callejones fríos,

la ruina del espíritu, la desolada encarnación de lo efímero,

las melodías entonadas en sus labios no son mas que ruido en su alma vacía.

Cada manjar prometido se desvanece, se vuelve arena en la boca.

Mentira deliciosa que me atrapa,

Huiré de ti, de tu vana ilusión mutante,

pues merezco más que un momento fugaz,

será mejor toda una eternidad de amor visceral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario